Pizarra digital o monitor interactivo en el aula: ¿cuál es la mejor solución?

Las soluciones multimedia en las escuelas, centros de formación, academias y universidades dotan al profesorado de herramientas tecnológicas que facilitan su labor enormemente. Las pizarras digitales  y monitores interactivos convierten el aprendizaje en un proceso ágil, dinámico y mucho más participativo.

Las aulas digitales están revolucionando el mundo de la enseñanza gracias a la posibilidad de proyectar vídeos, navegar por Internet, utilizar funciones táctiles y mucho más.

Entre las posibilidades para equipar las aulas con herramientas digitales, destacan las pizarras digitales y los monitores interactivos. Ambas opciones permiten disponer de una superficie táctil de grandes dimensiones que ayuda a los profesores a motivar y estimular al alumnado.

¿Cuál es la mejor opción?

A continuación, te explicamos qué aspectos debes tener en cuenta a la hora de escoger entre pizarra o monitor interactivo.

Características de la pizarra digital

La pizarra digital funciona con un proyector, a diferencia del monitor interactivo. El proyector utiliza una lámpara cuya vida útil oscila entre 3.000 y 8.000 horas, según su configuración. Este factor es importante porque se trata de un consumible que habrá que sustituir cada cierto tiempo.

La lámpara produce calor, por lo que otro elemento esencial de la pizarra digital es el ventilador, necesario para refrigerar el equipo. La circulación continua de aire provoca que se acumule polvo en la lámpara. Como consecuencia, el proyector va perdiendo luminosidad con el paso del tiempo.

Monitor Interactiu Traulux TLM 65" - 75” 4K

La mejor solución para ver con claridad la proyección es apagar las luces y bajar las persianas. Esto produce importantes contrastes de luz y sombra que pueden resultar molestos para el docente, ya que puede verse deslumbrado cuando mira a los alumnos.

La instalación del equipo es más compleja que la del monitor interactivo. Además del proyector, requiere altavoces, ordenador y pizarra, con su correspondiente cableado y caja de conexiones.

Características del monitor interactivo

Una de las principales ventajas del monitor interactivo es que se trata de una herramienta compacta que integra todos los elementos en un solo equipo.

El propio monitor integra altavoces y un sistema operativo basado en Android que le permite funcionar de manera autónoma sin necesidad de conectarlo a ningún ordenador. También permite integrar otros dispositivos directamente como un PC para trabajar con sistema operativo Windows, webcam o memorias USB.

Puesto que se conecta de forma inalámbrica a la red Wi-Fi, no necesita caja de conexiones ni cableado. Se puede conectar sin cables con ordenadores y dispositivos inteligentes, como teléfonos y tablets. Otro aspecto que convierte al monitor interactivo en una solución óptima para la enseñanza es que integra un software propio pensado para el ámbito educativo. Además, es compatible con un gran número de aplicaciones Android.

Al tratarse de un monitor, la imagen no genera sombras. Su luminosidad es más alta y constante, con una vida útil de unas 30.000 horas, hasta 10 veces más que la lámpara de un proyector.

Su pantalla con resolución 4K proporciona una visión nítida de las imágenes, tanto de cerca como de lejos, y sin deslumbramientos.

Las diferencias entre una pizarra digital y un monitor interactivo son importantes tanto en durabilidad como en calidad de imagen y conectividad.

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